En el ajetreo de la vida cotidiana, cada vez más personas están optando por hacer de las meriendas un ritual sagrado. ¿Eres uno de ellos? Si es así, no estás solo. Según el estudio global de tendencias de consumo State of Snacking de Mondelez, en colaboración con The Harris Poll, el 90% de las personas se deleitan con refrigerios diariamente. Y eso no es todo: el 60% de los merenderos prefieren múltiples comidas pequeñas a lo largo del día en lugar de unas pocas grandes.
Pero, ¿qué hay detrás de este fenómeno en ascenso? Según la nutricionista Silvia Sáenz de Mondelez International, el snackeo no solo satisface nuestros antojos, sino que también puede ser un componente esencial para nuestro bienestar general. Sáenz enfatiza la importancia de incorporar los snacks de manera estratégica en nuestra dieta diaria.
“Nutrirse de manera balanceada implica comer con intención y atención”, señala Sáenz. “Es esencial escuchar atentamente nuestro cuerpo para identificar nuestras preferencias y necesidades en cada momento; esto es lo que se conoce como snackeo consciente o mindful snacking”.
Los snacks no solo son una delicia para el paladar, sino que también desempeñan un papel crucial en mantener nuestra salud física y mental. Según el estudio, el 75% de las personas toma decisiones conscientes sobre la salud al elegir sus refrigerios, utilizando estos para aumentar su energía (75%), mejorar su estado de ánimo (74%) y apoyar metas de acondicionamiento físico (70%).
Además, un alto porcentaje de los participantes aseguró que saborean sus snacks con atención plena (85%), y un 78% disfruta más cuando reflexiona antes de comer. “Mindful Snacking implica no solo satisfacer el hambre, sino también disfrutar de cada bocado. Tener la experiencia sensorial completa involucra aromas, sabores, texturas y colores”, comenta Sáenz.
Por supuesto, el éxito del snackeo consciente radica en su equilibrio. Los snacks pueden formar parte de un plan de alimentación saludable si se consumen con moderación y se eligen opciones nutritivas. Incorporados de manera consciente y en las porciones adecuadas, pueden convertirse en aliados valiosos en nuestra búsqueda de un estilo de vida balanceado.
Así que la próxima vez que sientas ese antojo entre comidas, ¡no lo reprimas! En su lugar, abraza el arte del snackeo consciente: disfruta, nutre y vive mejor.
