¿Te has imaginado comenzar el día sin poder sostener una taza de café o preparar tu desayuno sin ayuda? Para las personas que viven con la enfermedad de Parkinson, estos escenarios no son meros ejercicios de imaginación, sino una realidad diaria marcada por movimientos involuntarios, dificultades en la movilidad y problemas significativos de salud. Esta enfermedad neurodegenerativa afecta a más de 8.5 millones de personas en todo el mundo, según estimaciones de la OMS en 2019. Los síntomas del Parkinson, que incluyen temblores, lentitud en los movimientos, rigidez muscular y problemas en el habla, afectan gravemente la calidad de vida de quienes la padecen, llevándolos a una dependencia progresiva y a un deterioro mental.
Aunque las causas exactas de la enfermedad de Parkinson aún no se conocen completamente, se sabe que está relacionada con la degradación progresiva de neuronas en el cerebro. Estas neuronas, responsables de producir dopamina, un neurotransmisor crucial para el control del movimiento, se pierden gradualmente, lo que resulta en una actividad cerebral irregular y en los síntomas característicos de la enfermedad. La falta de dopamina causa dificultades en la movilidad y otros problemas asociados con el Parkinson. En la mayoría de los casos, los factores genéticos juegan un papel importante, aunque la causa precisa aún no ha sido identificada.
La Clínica Sebastián de Belalcázar en Cali ha adoptado una innovadora solución para enfrentar los desafíos que presenta el Parkinson: la cirugía de estimulación profunda. Este procedimiento quirúrgico ofrece una alternativa efectiva para aquellos pacientes que no responden adecuadamente al tratamiento farmacológico. La cirugía se lleva a cabo en dos fases: en la primera, el paciente se encuentra despierto mientras se introducen electrodos en el cerebro; en la segunda fase, se implanta un generador de corriente que se comunica con los electrodos. René Varela, neurocirujano funcional de Colsanitas, explica que esta intervención permite a los pacientes recuperar una funcionalidad significativa y aliviar los síntomas debilitantes de la enfermedad.
El éxito de la cirugía de estimulación profunda en la Clínica Sebastián de Belalcázar no es un esfuerzo solitario, sino el resultado de un enfoque multidisciplinario. Un equipo especializado compuesto por neurólogos, neurocirujanos, neuropsiquiatras, neuropsicólogos, anestesiólogos, instrumentadoras y profesionales de la enfermería trabajan en conjunto para garantizar que los pacientes reciban la mejor atención posible. Este enfoque integral no solo se centra en el procedimiento quirúrgico, sino también en la rehabilitación y el apoyo continuo, con el objetivo de que los pacientes y sus familias puedan recuperar las pequeñas y grandes cosas de la vida cotidiana.
En resumen, la cirugía de estimulación profunda representa un avance significativo en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson, ofreciendo esperanza y una nueva oportunidad para aquellos que luchan contra los síntomas debilitantes de esta condición. Al mejorar la funcionalidad y permitir a los pacientes volver a disfrutar de sus actividades diarias, esta intervención quirúrgica se establece como una opción valiosa para aquellos que enfrentan los desafíos de esta enfermedad neurodegenerativa. La colaboración de un equipo multidisciplinario y la dedicación a la calidad de vida de los pacientes son claves para transformar vidas y ofrecer una nueva perspectiva a quienes viven con Parkinson.
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