El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, ha anunciado medidas contundentes para hacer frente a la alarmante crisis del agua que afecta a la ciudad. En medio de un contexto de sequía histórica y niveles críticos en los embalses que abastecen a la capital colombiana, se ha declarado un racionamiento por zonas y se han establecido sanciones económicas para quienes no contribuyan al ahorro del preciado recurso.
Galán ha destacado la gravedad de la situación, señalando que el sistema Chingaza, responsable del 70% del suministro de agua en Bogotá, está en su nivel más bajo desde su creación en los años 80, con apenas un 16,97% de su capacidad. Esta situación se agrava por la falta de lluvias, exacerbada por el fenómeno de El Niño, lo que ha llevado a la ciudad a una coyuntura crítica.
Como respuesta a esta emergencia, el alcalde ha anunciado sanciones para quienes no cumplan con las medidas de ahorro de agua. Las multas oscilarán entre $700.000 y $1’200.000, dependiendo de la gravedad de la infracción, tales como lavar vehículos en vías públicas o arrojar desperdicios a cuerpos de agua.
Además, se implementarán medidas adicionales para incentivar el ahorro, como el cobro adicional para aquellos que excedan el doble del consumo básico, así como la prohibición de recolectar agua en tanques y piscinas de propiedad horizontal. Se insta a los ciudadanos a denunciar cualquier despilfarro de agua y se promueven cambios de comportamiento en los hogares, donde se concentra el 80% del consumo de agua en Bogotá.
El racionamiento de agua por sectores, iniciado el pasado 11 de abril, es otra medida crucial para enfrentar la escasez. Durante 24 horas, cada sector experimentará restricciones en el suministro de agua, rotando de manera que cada zona se vea afectada en días alternos.
Ante la gravedad de la situación, la Alcaldía ha enfatizado la importancia de adoptar un enfoque colaborativo y solidario por parte de toda la ciudadanía para superar esta crisis. Se espera que estas medidas, combinadas con una mayor conciencia y responsabilidad ciudadana, puedan mitigar el impacto de la escasez de agua y garantizar un suministro sostenible para todos los habitantes de Bogotá.



