De acuerdo con el Departamento Nacional de Estadísticas (DANE), las enfermedades isquémicas del corazón encabezan las causas de mortalidad en Colombia. En 2023, este tipo de enfermedades representó el 17,3 % de los fallecimientos en hombres y mujeres. Un dato preocupante es el incremento de muertes en adultos jóvenes de entre 40 y 49 años, con un total de 3.493 muertes entre 2021 y 2022, atribuidas a estas condiciones. El infarto de miocardio, más conocido como ataque al corazón, es una de las principales causas de muerte a nivel mundial y ocurre cuando el flujo sanguíneo hacia el corazón se bloquea, generalmente por la acumulación de grasa, colesterol y otras sustancias que forman placas en las arterias coronarias.
El cardiólogo Miguel Ángel Zuleta, de la Clínica del Occidente, comenta que el estilo de vida moderno, el estrés, la mala alimentación, el sedentarismo y el consumo de tabaco y alcohol son factores que aumentan el riesgo de sufrir un infarto. Según el especialista, hace algunos años, las enfermedades coronarias eran diagnosticadas mayoritariamente en adultos mayores, pero en la actualidad, se observan casos en personas desde los 28 o 30 años. Esto evidencia la importancia de adoptar hábitos saludables y realizar chequeos médicos periódicos, ya que muchas enfermedades cardiovasculares no presentan síntomas hasta que ocurre un evento grave, como un ataque al corazón.
Factores de riesgo y prevención de las enfermedades isquémicas
La falta de síntomas claros antes de un infarto complica la prevención y el tratamiento temprano. Entre los signos más comunes durante un ataque al corazón se encuentran el dolor en el pecho, dificultad para respirar, náuseas y desmayos. Ante estas señales, el doctor Zuleta recomienda evitar la automedicación y acudir de inmediato a un centro médico donde se pueda realizar un electrocardiograma y recibir el tratamiento adecuado. La buena noticia es que la mayoría de los factores de riesgo son controlables mediante cambios en el estilo de vida, como el manejo del estrés, evitar el consumo de tabaco, realizar actividad física regular y mantener una alimentación saludable.
El control del estrés es fundamental, ya que altos niveles de estrés crónico están asociados con un mayor riesgo de enfermedad cardiovascular. Practicar técnicas de relajación, como la meditación o el yoga, y asegurar una buena higiene del sueño son medidas clave. También es esencial mantenerse alejado del humo del tabaco y crear un ambiente libre de humo, tanto en el hogar como en el lugar de trabajo. La actividad física, como caminar o trotar al menos tres veces por semana, ayuda a mantener una buena salud cardiovascular. Además, una dieta rica en frutas, verduras y alimentos frescos, con bajo consumo de grasas saturadas y alimentos procesados, es crucial para prevenir la acumulación de placas en las arterias.
Tratamientos avanzados para las enfermedades cardiovasculares
En cuanto al tratamiento, la Clínica del Occidente se ha mantenido a la vanguardia con un servicio cardiovascular integral que incluye áreas como cardiología clínica, cardiología no invasiva, cirugía intervencionista y cardiovascular, electrofisiología y una unidad de cuidados intensivos coronarios. El doctor Zuleta resalta que, además de la prevención, la clínica ofrece tratamientos avanzados como cateterismos cardíacos, angiografías coronarias e intervenciones coronarias mínimamente invasivas, así como cirugías a corazón abierto.
La clínica también se prepara para incorporar un nuevo angiógrafo de última tecnología, lo que permitirá optimizar aún más los procedimientos y mejorar los resultados de los pacientes. Este tipo de equipamiento avanzado es clave para tratar a aquellos que ya han desarrollado una enfermedad isquémica del corazón y requieren intervenciones rápidas y eficaces para evitar complicaciones mayores.
Un llamado a la prevención
Finalmente, el doctor Zuleta hace un llamado a la prevención, subrayando que el 80 % de las muertes prematuras por enfermedades cardiovasculares se pueden evitar con pequeños cambios en la rutina diaria. Mantener una alimentación equilibrada, realizar ejercicio regular, gestionar el estrés y eliminar por completo el consumo de cigarrillo son medidas fundamentales para reducir el riesgo de un ataque al corazón. La clave está en actuar antes de que aparezcan los síntomas, para proteger tanto la salud del corazón como la calidad de vida a largo plazo.


