La reciente intervención de la Superintendencia de Salud a la EPS Sanitas ha generado un profundo debate en el ámbito de la salud en Colombia. La Asociación Colombiana de Empresas de Medicina Integral (Acemi), en un pronunciamiento público, rechazó enérgicamente esta medida adoptada por el Gobierno nacional, argumentando que no resuelve los problemas estructurales del sistema de salud y, por el contrario, pone en riesgo la atención de millones de pacientes.
Según Acemi, la intervención de Sanitas EPS, así como la realizada previamente a Famisanar, también afiliada al gremio, no aborda las raíces de las dificultades financieras que enfrentan las EPS colombianas. El gremio sostiene que estas intervenciones solo agravan los problemas y amenazan con un colapso en la atención de los usuarios.
“Sin resolver los problemas de financiamiento estructural que afectan la garantía efectiva del derecho a la salud de los colombianos y que se reflejan entre otras, en el generalizado incumplimiento de indicadores financieros por la mayoría de las EPS, el gobierno interviene en esta ocasión a Sanitas y hace unos meses a Famisanar, también afiliada al Gremio, sin que esto responda ni de solución a los problemas del sector y amenace sí, con un colapso en la atención de millones de usuarios”, señaló el gremio.
Acemi argumenta que Sanitas ha sido reconocida por su calidad de atención, tanto por encuestas de evaluación de las EPS como por la Cuenta de Alto Costo que evalúa el desempeño en las principales enfermedades. Una encuesta interna realizada en el cuarto trimestre de 2023 mostró que los usuarios expresaron un 77% de satisfacción con los servicios prestados. Sin embargo, la Supersalud reportó un alto número de quejas de usuarios durante el mismo período.
La Supersalud, por su parte, fundamentó la intervención en el “creciente número de quejas de los usuarios” y en la necesidad de corregir errores administrativos dentro de la EPS. El superintendente Luis Carlos Leal aseguró que la toma se dará durante un año, en el que la entidad asumirá el control de Sanitas, garantizando la prestación de los servicios de salud.
El debate sobre la intervención de Sanitas se da en un momento crucial, en medio de la discusión de la reforma a la salud en el Congreso, la cual enfrenta incertidumbre sobre su futuro. Acemi insta al Gobierno a atender las necesidades del sistema de salud, promover el diálogo sobre los cambios necesarios y reconocer la importancia de la colaboración entre el sector público y privado.
En conclusión, la intervención de la Superintendencia de Salud a Sanitas ha avivado las tensiones en el sector de la salud en Colombia, dejando en evidencia las profundas discrepancias sobre cómo abordar los desafíos que enfrenta el sistema de salud del país.



