Desde su invención en 1965, el correo electrónico ha evolucionado drásticamente, convirtiéndose en una herramienta indispensable tanto para la comunicación personal como para el marketing empresarial. De acuerdo con datos de Statista, en 2022 se registraron más de 4.260 millones de usuarios de correo electrónico, y el volumen de correos enviados diariamente superó los 330 mil millones. Se proyecta que esta cifra crecerá un 17,8% para 2026, alcanzando nuevas alturas. Sin embargo, esta expansión también ha traído consigo un incremento en la vulnerabilidad, ya que más de 3,4 mil millones de correos electrónicos de phishing son generados cada día, responsables de aproximadamente el 90% de las filtraciones de datos, según Techopedia.
Con el objetivo de mejorar la seguridad y combatir el phishing, los proveedores de servicios de correo electrónico (ESP, por sus siglas en inglés) han adoptado nuevas políticas para los remitentes de correos masivos. Google y Yahoo lideraron esta iniciativa en febrero de 2024, seguidos por Microsoft, con el propósito de detectar y eliminar contenido malicioso más eficazmente. Dean Coclin, director senior de desarrollo empresarial en DigiCert, comentó que “el objetivo es frustrar la suplantación de dominios”, permitiendo a los ESP identificar con mayor facilidad los correos no seguros. Este cambio ha generado un impacto significativo en las empresas que dependen del correo electrónico como canal de marketing, especialmente aquellas que envían grandes volúmenes de correos a diario.
Definición y Requisitos para los Remitentes Masivos
Un remitente masivo es aquel que envía miles de correos electrónicos al día, aunque esta clasificación varía según el proveedor de servicios de correo electrónico. Google, por ejemplo, considera remitente masivo a quien envía más de 5,000 correos al día a cuentas de Gmail, mientras que Yahoo y Microsoft aplican definiciones similares basadas en el volumen de correos. Todos estos ESP exigen que los remitentes masivos cumplan con protocolos de autenticación y mejores prácticas de envío para evitar que sus correos terminen en la carpeta de spam.
Para las empresas que no envían grandes cantidades de correos electrónicos, estos nuevos requisitos pueden no ser aplicables. Sin embargo, las organizaciones que se clasifican como remitentes masivos deben asegurarse de cumplir con estas regulaciones para no comprometer su tasa de entregabilidad. Ignorar estas normas puede resultar en que sus mensajes sean clasificados como no deseados, independientemente del contenido o la intención del mensaje.
Mejores Prácticas para Cumplir con los Estándares de los ESP
Los remitentes masivos deben implementar prácticas recomendadas para cumplir con los requisitos de los ESP y garantizar que sus correos lleguen a las bandejas de entrada de los destinatarios. La autenticación de dominio es uno de los pasos más críticos para evitar la suplantación de identidad. Los registros SPF, DKIM y DMARC son esenciales para verificar que los correos electrónicos provienen de fuentes legítimas. El registro SPF ayuda a evitar la suplantación de dominio al especificar qué servidores están autorizados a enviar correos electrónicos. Por su parte, DKIM añade una firma digital a los mensajes para garantizar que no han sido alterados, y DMARC permite a los propietarios de dominios establecer políticas claras sobre cómo manejar mensajes no autenticados.
Además de la autenticación, facilitar la cancelación de suscripciones es clave para mantener una buena reputación como remitente. Implementar una opción de “cancelación de suscripción con un clic” no solo evita que los usuarios marquen los correos como spam, sino que también demuestra un compromiso con las mejores prácticas de marketing ético.
Cómo Prepararse para los Nuevos Requisitos
Es crucial que las empresas comiencen a prepararse para estos cambios lo antes posible. Según Dean Coclin de DigiCert, “los movimientos de los principales ESP crean un modelo de responsabilidad compartida entre los remitentes y los proveedores de buzones de correo.” Coclin sugiere que las empresas revisen sus registros de autenticación de dominio utilizando herramientas en línea para asegurar el cumplimiento de los estándares. Además, recomienda que las marcas consideren la implementación de Certificados de Marca Verificada (VMC), que permiten mostrar el logotipo de la empresa en los correos electrónicos autenticados, añadiendo una capa adicional de confianza y seguridad.


