En el devenir de los años, la atención hacia una alimentación adecuada puede perder protagonismo. Sin embargo, es vital mantener un equilibrio en nuestra rutina diaria para preservar nuestra salud. Los nutrientes desempeñan un papel fundamental en este proceso, siendo sustancias químicas presentes en los alimentos que proporcionan energía, promueven el crecimiento, desarrollo y mantenimiento de la vida, y previenen cambios químicos o fisiológicos en nuestro organismo.
Los macronutrientes (proteínas, carbohidratos y grasas) y micronutrientes (minerales y vitaminas) son esenciales para un adecuado funcionamiento corporal y un envejecimiento saludable, reduciendo el riesgo de enfermedades y mejorando la calidad de vida.
Clara Valderrama, Nutricionista Dietista y miembro del Consejo Consultor de Dietistas de Herbalife, enfatiza la importancia de incluir una variedad de alimentos según las necesidades individuales, que pueden cambiar con el tiempo. “Los alimentos ricos en proteínas, como aves, pescados y carnes magras, son vitales para construir y mantener los tejidos corporales, como músculos y piel. Por otro lado, las frutas, verduras y cereales integrales, que contienen fibra, vitaminas y minerales, son esenciales para funciones como la obtención de energía y el mantenimiento de la piel y el sistema digestivo”, afirma la especialista.
Para mantener la vitalidad y el bienestar a lo largo del tiempo, aquí compartimos algunos consejos prácticos:
- Aumentar el consumo de agua: Incorporar un vaso adicional de agua por día durante una semana, añadiendo limón, jengibre, aloe concentrado o té verde para variar el sabor y aumentar la ingesta gradualmente.
- Incluir más frutas y verduras: Experimentar con nuevas formas de preparar y consumir frutas y verduras, como en ensaladas con aderezos saludables o en batidos de proteínas.
- Reducir el consumo de azúcares y grasas: Leer etiquetas, utilizar edulcorantes naturales, y optar por técnicas de cocción saludables como asados, al horno o al vapor, además de condimentar con hierbas y especias en lugar de salsas grasosas.
- Practicar actividad física regularmente: Cumplir con las recomendaciones de la OMS de 150 minutos de actividad física moderada por semana para adultos, con el adecuado descanso entre 7 a 9 horas diarias.
- Cuidar la salud mental: Incorporar actividades como meditación, yoga, hobbies, y mantener relaciones sociales saludables. La pertenencia a grupos o asociaciones también puede contribuir al bienestar emocional.
Siguiendo estas recomendaciones, se promueve la vitalidad y el bienestar a lo largo de la vida. No obstante, es importante recordar que consultar con profesionales de la salud es fundamental para determinar las necesidades individuales, el estado físico y la presencia de posibles patologías, lo que permitirá establecer pautas específicas de consumo de calorías y nutrientes diarios.
