Nadie imagino el 7 de agosto de 2022, cuando Gustavo Petro sucedió en la presidencia a Iván Duque, se iniciaría un “túnel sin salida”, igual o peor a la Revolución Bolivariana de Hugo Chávez y Nicolás Maduro.
La afirmación no sólo es fuerte, sino que “desnuda” un país en crisis institucional, marchas en las calles del “petrismo y antipetrismo, parálisis de la economía, más de 50 ministros, 60 viceministros y la ausencia de una “brújula ” de un Gobierno que hace del “caos y la violencia verbal e inseguridad ” una arma política.
Mientras 55 millones de colombianos, querían ser testigos del accionar del Gobierno de “El Cambio y vivir sabroso”, se encuentron para su “sorpresa” con una administración “incendiaria en sus palabras y poco eficaz en la gestión”.
Al mes de junio de 2025, el país parece tener más “pasado que futuro”, Petro se convirtió en un presidente; incumplido, militante y un caza peleas con los Gobiernos de derecha del mundo como Donald Trupm en los Estados Unidos, Nayid Bukele en el Salvador, Javier Milei en Argentina y Daniel Noboa en Ecuador.
En la Colombia del siglo XXI, dónde debe primar la educación sobre los grupos criminales, estar en la legalidad y defensa de la institucionalidad, es calificado como “delincuencia”.
Todo un escenario de contradicción desde la Casa de Nariño, dónde se firma un “decretazo” para dar vida una consulta popular, con “pinta de campaña política de cara a las elecciones del 2026.
“Escalofriante lo que sucede en Colombia “, con precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, entre la vida y la muerte en la Fundación Santa Fe de Bogotá, mientras las calles se habla con marchas de la izquierda y derecha.
Se jodió Colombia. Supera a Venezuela.. una película que nadie quería ver el 7 de agosto de 2022.
